lunes, 24 de agosto de 2009

Cuentos del Dragón

Hace casi nueve años que domestico un Dragón de ojos amarillos. Este maravilloso ser cayó en mis manos en un halo de luz azul que lo impregnó todo, incluso mi alma. Ahora, mi pequeño compañero, tiene la dulce capacidad de desvelarme con cada palabra, se le ha ocurrido filosofar sobre la vida y la muerte, con miradas profundas, miradas de fuego. Le presto atención, con mi inmensa ignorancia, y creo que es entonces cuando me devora con suaves dentelladas. El sabe, que me hace sufrir más con su suavidad que con sus arranques de furia. Ultimamente ha demostrado alguna capacidad para las letras, transcribo sus textos tal cual los recibo, para que ustedes me digan si lo debo hechizar y perder su magia.

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